CIRUGÍA DE VÍA LAGRIMAL
OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA LAGRIMAL
La obstrucción de la vía lagrimal ocurre cuando hay un bloqueo en los conductos que transportan las lágrimas desde los ojos hacia la nariz. Esto puede suceder en cualquier parte del sistema de drenaje lagrimal, ya sea en la vía lagrimal alta, que incluye los puntos y conductos nasolagrimales y el saco lagrimal, o en la vía lagrimal baja, que incluye el conducto nasolagrimal.
Los síntomas de la obstrucción de la vía lagrimal pueden variar dependiendo de la ubicación y la gravedad del bloqueo, pero pueden incluir:
- Lagrimeo excesivo
- Enrojecimiento e hinchazón alrededor del ojo
- Dolor o sensación de presión en el área del saco lagrimal
- Secreción mucopurulenta (pus) en el ojo
- Infecciones recurrentes del ojo o de los conductos lagrimales
Con el tratamiento adecuado, la obstrucción de la vía lagrimal puede ser aliviada y la función lagrimal normal puede ser restaurada, lo que ayudará a prevenir la recurrencia de los síntomas y a mantener una buena salud ocular a largo plazo.


INFECCIÓN DE VÍA LAGRIMAL
La infección de la vía lagrimal, también conocida como dacriocistitis, es una afección dolorosa que afecta los conductos lagrimales, causada comúnmente por una acumulación de bacterias en el saco lagrimal. Esta obstrucción bacteriana puede conducir a la inflamación e infección del saco lagrimal, provocando dolor, hinchazón y secreción en el área alrededor del ojo.
Las causas comunes de la infección de la vía lagrimal pueden incluir:
- Bloqueo de los conductos lagrimales debido a factores como infecciones virales o bacterianas.
- Acumulación de bacterias en el saco lagrimal debido a una mala higiene ocular.
- Lesiones o trauma en el área alrededor del ojo que pueden predisponer a la infección.
El tratamiento de la infección de la vía lagrimal generalmente involucra una combinación de enfoques médicos y, en algunos casos, procedimientos quirúrgicos. Estos pueden incluir:
- Antibióticos tópicos u orales para combatir la infección bacteriana.
- Compresas calientes y masajes suaves para ayudar a drenar el saco lagrimal infectado.
- Procedimientos de irrigación o sondaje de los conductos lagrimales para despejar cualquier obstrucción y restaurar el flujo lagrimal normal.
- Cirugía de tipo dacriocistorrinostomía (DCR) asistida por endoscopio o a través de una pequeña incisión a nivel del saco lagrimal en casos graves o recurrentes de infección de la vía lagrimal.
TUMORES DE VÍA LAGRIMAL Y GLÁNDULA LAGRIMAL
Los tumores lacrimales son crecimientos anormales que pueden ocurrir en la glándula lacrimal (la glándula responsable de la producción de lágrimas) o a lo largo del sistema de drenaje lagrimal (incluyendo el ducto nasolagrimal). Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos) y pueden impactar significativamente la salud ocular, la producción de lágrimas y la calidad de vida en general. Comprender los tipos, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento para los tumores lacrimales es esencial para una gestión efectiva.

TIPOS DE TUMORES LAGRIMALES
TUMORES BENIGNOS
- Tumores Benigno Adenoma Pleomórfico: El tumor benigno más común de la glándula lagrimal, a menudo se presenta como una hinchazón indolora en el párpado superior o en la región de la glándula misma.
- Quistes del Ducto Lagrimal: Sacos llenos de líquido que pueden desarrollarse en el ducto nasolagrimal y que típicamente no requieren tratamiento a menos que sean sintomáticos.
- Hemangiomas: Tumores vasculares benignos que pueden aparecer como una masa roja o púrpura alrededor del párpado o la órbita.
TUMORES MALIGNOS
- Carcinoma Adenoide Quístico: Un tipo raro y agresivo de cáncer que generalmente se origina en la glándula lagrimal, caracterizado por una infiltración significativa en los tejidos circundantes.
- Carcinoma de Glándula Lagrimal: Incluye varias formas de adenocarcinomas que pueden presentarse con hinchazón dolorosa o progresiva en el párpado.
- Linfoma: El linfoma no Hodgkin puede ocurrir en la órbita e involucrar la glándula lagrimal, presentándose como una masa firme e indolora.
- Carcinoma de Células Escamosas: Un cáncer de piel agresivo que puede involucrar el sistema lagrimal.
SÍNTOMAS
Los pacientes con tumores lagrimales pueden experimentar una variedad de síntomas, incluyendo:
- Hinchazón o masa unilateral (de un solo lado) alrededor del ojo.
- Cambios en la visión o visión doble (diplopía).
- Lagrimeo excesivo o sequedad ocular.
Incomodidad o dolor en el área alrededor del ojo. - Protrusión del globo ocular (proptosis).
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de los tumores lagrimales implica una evaluación integral:
- Examen Clínico: Una evaluación exhaustiva de los párpados, la superficie ocular y las estructuras circundantes para identificar cualquier masa o anormalidad.
- Estudios de Imagen: Las técnicas de imagen avanzadas, como tomografías computarizadas (CT) y resonancias magnéticas (MRI), son cruciales para visualizar la extensión del tumor y su relación con los tejidos circundantes. Estos estudios ayudan a diferenciar entre tumores benignos y malignos.
- Biopsia: Un diagnóstico definitivo generalmente requiere una biopsia del tejido tumoral para evaluar sus características histológicas. Esto puede ayudar a determinar la naturaleza del tumor (benigno vs. maligno).

OPCIONES DE TRATAMIENTO
El tratamiento de los tumores lagrimales depende de su tipo, ubicación y si son benignos o malignos. Las opciones de tratamiento comunes incluyen:
-
Exéresis Quirúrgica: La eliminación quirúrgica es a menudo el tratamiento principal para los tumores tanto benignos como malignos. El objetivo es extirpar el tumor por completo mientras se preserva el tejido y la función circundantes siempre que sea posible. Las técnicas pueden incluir:
- Orbitotomía: Un enfoque quirúrgico para acceder a la cavidad orbitaria para la eliminación del tumor.
- Exenteración: En casos avanzados donde el tumor ha invadido estructuras circundantes, puede ser necesario remover todo el contenido de la órbita.
- Terapia de Radiación: La radiación adyuvante puede ser recomendada para tumores malignos, particularmente después de la cirugía, para reducir el riesgo de recurrencia. También puede utilizarse como tratamiento primario para tumores no resecables.
- Quimioterapia: Reservada para ciertos tumores malignos, la quimioterapia puede indicarse en casos como linfoma o metástasis.
- Observación: Los tumores benignos pequeños y asintomáticos pueden ser monitoreados a lo largo del tiempo sin intervención inmediata, especialmente si no afectan la función o la estética.
SEGUIMIENTO Y PRONÓSTICO
- Monitoreo Regular: Los pacientes tratados por tumores lagrimales requieren un seguimiento continuo para detectar cualquier recurrencia temprano y abordar cualquier problema funcional que pueda surgir.
- Pronóstico: El pronóstico para los tumores lagrimales depende de factores como el tipo de tumor, grado, etapa y respuesta al tratamiento inicial. La detección temprana y el tratamiento se correlaciona con mejores resultados y menos complicaciones.
CONCLUSIÓN
Los tumores lagrimales pueden tener un impacto significativo en la salud ocular y la calidad de vida. Un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo son esenciales para manejar estas condiciones. Si sospecha que tiene un tumor lacrimal o presenta síntomas como hinchazón inexplicable, dolor o cambios en la visión, es crucial buscar una evaluación de un cirujano oculoplástico certificado. Ellos pueden proporcionar una evaluación integral y desarrollar un plan de tratamiento individualizado para abordar sus necesidades específicas, asegurando una salud ocular y función óptimas. La intervención temprana juega un papel vital en los resultados exitosos para los pacientes con tumores lagrimales.

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